Las runas en mi vida (Mar)

1996 madre y esposa argentina "algo se quema y no es en la cocina" escribía yo por entonces, sabía que la búsqueda había empezado y la sed era permanente, leía con voracidad todo lo que llegaba a mis manos, hacía cursos aquí y allá, escribía todo el tiempo y creía ver en cada signo alguna señal indescifrable del sentido del universo. Cursaba aburridísimas clases de literatura, asistía a interminables discusiones filosóficas sobre la ovalidad del huevo hasta que conocí a Graciela Nocetti. Amiga, hermana, maga, maestra, fue ella quien me inició en el misterio de las runas. Por ese entonces teníamos una versión del libro de Ralph Blum que a ella le habían traído de España y un viernes por la noche hicimos mi primer juego de runas.Al principio fue fascinación por el alfabeto, excusa para escribir, interés mitológico...pero el teatro del yo funcionaba minuciosamente, cada tirada era un viaje hacia lo más profundo de mí.
Comencé a escribir poesía sobre el futhark y a sacar una runa por día para meditar sobre ella, ritual que aún conservo, en octubre de 1997 encontré una reina de copas en una callecita de La Plata, los hallazgos de naipes se sucedieron hasta el presente y marcaron mi decisión de estudiar tarot. En el 2002 conocí a Jorge Luis Raff y su sistema floral, y poco más tarde conocí a mi hermano Pablo Runa en el desaparecido café Astral. Estas causalidades me llevaron a trabajar con las runas y el tarot en el diagnóstico de esencias florales, a seguir escribiendo sobre los arquetipos rúnicos, y a compartir con Pablo su vastísimo conocimiento sobre el tema.